La vida es llena de tormentas. Todos ya pasamos por ellas. Cuando menos esperamos, los problemas aparecen. Ondas gigantescas de problemas y noches oscuras de preocupaciones se apoderan de nuestra vida. No conseguimos ver una salida para tantos problemas. Especialmente en esos momentos Cristo nos invita: "Vengan a mi, todos ustedes que están cansados de cargar sus pesadas cargas, y yo les haré descansar". Cristo es la luz que dispersa la oscuridad de nuestra vida. Confía en Él y lo demás Él hará.
Oremos: Gracias, Jesús por Tu presencia en mi vida. Amén