Anunciar el mensaje de la salvación – este es nuestro gran privilegio. Si no hablamos de Jesucristo a los que están a nuestro alrededor, como nuestra familia, nuestros amigos, compañeros de trabajo, de la escuela, ¿Cómo conocerán el plan de la salvación preparado por Dios para nosotros?
¿Cuándo fue la última vez que hablamos de Jesús como nuestro Salvador a alguien? O, ¿Cuándo fue que dimos a alguien un folleto bíblico o incluso un devocionario, pidiendo que Dios Espíritu Santo lo usara en el cambio de vida de esa persona? Son muchas las historias de personas que sus vidas fueron transformadas así y que hoy tienen a Jesucristo en su corazón. Que Dios nos anime para que seamos sus instrumentos en la proclamación de la buena nueva de la salvación.
Oremos: Padre nuestro, ayúdame para que yo anuncie sin miedo y sin vergüenza Tu mensaje para la salvación de mi prójimo. Amén.
Estas reflexiones son un aporte de CPTLN-Brasil, y son traducidos al español por Miriam Sonntag de CPTLN-Paraguay.