
¿Cuándo fue la última vez que hablamos de Jesús como nuestro Salvador a alguien? O, ¿Cuándo fue que dimos a alguien un folleto bíblico o incluso un devocionario, pidiendo que Dios Espíritu Santo lo usara en el cambio de vida de esa persona? Son muchas las historias de personas que sus vidas fueron transformadas así y que hoy tienen a Jesucristo en su corazón. Que Dios nos anime para que seamos sus instrumentos en la proclamación de la buena nueva de la salvación.
Oremos: Padre nuestro, ayúdame para que yo anuncie sin miedo y sin vergüenza Tu mensaje para la salvación de mi prójimo. Amén.
Estas reflexiones son un aporte de CPTLN-Brasil, y son traducidos al español por Miriam Sonntag de CPTLN-Paraguay.
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