Estamos esperando con ganas la venida del niño Jesús. Esperamos de ojos abiertos, como candelas encendidas. Confiantes en la salvación que nos trae el hijo de Dios.
Que las buenas noticias llevadas por los angeles a los pastores puedan llenar también nuestras vidas: "No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor." (San Lucas 2.10-11).
Espere usted también el Cristo prometido por Dios. Hace más de dos mil años que ya vino el niño Jesus y siempre podemos recibirlo en nuestros corazones. La navidad no tiene sentido si Jesús no está en nuestro corazón.
Que Dios les bendiga.
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